Tambien reciben el nombre de "el Corteju de Genti de Muerti". Se trata de la aparición de dos jinetes, un hombre y una mujer ancianos, montados a caballo, que desaparecen misteriosamente al galope en medio de la noche. Si se les pregunta, responderán con un tono lúgubre "somos Genti de Muerti", se desvanecerán y dejarán un olor a humedad como el que se encuentra en los sepulcros.
Las descripciones de los jinetes tienen diferentes versiones, pero una descripción general sería que tienen las piernas cubiertas por un faldón, una tez muy pálida, ojos blancos y manos cadavéricas sujetando las riendas de los caballos. Solo se dejan ver cuando van en busca de un alma de alguien que va a fallecer la noche en la que aparecen.
Durante el carnaval, algunos de los participantes de la procesión de "el Corteju de Genti de Muerti" se disfrazan con ropajes y máscaras representando a los difuntos. Es posible que esta tradición tenga raíces celtas y represente la idea de que, en ciertos momentos del año, los muertos regresan a este mundo.